¡Hola a todos! Hoy les traigo una receta que me tiene encantada: una pizza sin gluten con una masa jugosa que es como un sueño. Aunque soy fan de las masas finas, muchos de ustedes me han pedido una versión con una masa más gordita, asà que me puse manos a la obra para crear esta receta que, les aseguro, les va a fascinar.
Ingredientes:
- 200 g de almidón de tapioca (puedes sustituirlo por almidón de patata)
- 100 g de harina de garbanzo (si no tienes, usa más almidón)
- 7 g de levadura seca
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- 200 ml de agua tibia
- 2 cucharadas de aceite de oliva
Preparación:
Mezcla los ingredientes secos: En un recipiente grande, combina el almidón de tapioca, la harina de garbanzo, la levadura, la sal y el azúcar. Mezcla bien para que todo quede bien integrado.
Añade los ingredientes lÃquidos: Incorpora el agua tibia y el aceite de oliva a la mezcla seca. Revuelve con una cuchara hasta que los ingredientes estén bien integrados y empiece a formarse una masa.
Amasa la mezcla: Una vez que la masa comience a despegarse de los bordes del recipiente, empieza a amasarla con las manos. No es necesario amasar durante mucho tiempo, solo unos minutos para asegurarte de que la masa esté bien formada. Si la masa se pega a las manos, puedes cubrirlas ligeramente con aceite.
Prepara la bandeja: Engrasa ligeramente una bandeja de horno o cúbrela con papel para hornear. Extiende la masa en la bandeja, formando un cÃrculo. Si prefieres una masa fina, estÃrala hasta que tenga unos 0,5 cm de grosor; si te gusta más gordita, déjala un poco más gruesa.
Deja reposar la masa: Cubre la masa con film plástico y déjala reposar en un lugar cálido hasta que haya doblado su tamaño, lo que puede tomar alrededor de 30 minutos.
Hornea la pizza: Precalienta el horno a 220 grados centÃgrados. Una vez que la masa haya reposado, retira el film plástico y hornea la base durante unos 6 minutos. Esto ayudará a que la masa se cocine uniformemente y no quede cruda en el centro.
Añade los ingredientes: Retira la pizza del horno y agrega los ingredientes que desees. Yo opté por una combinación clásica de mozzarella fresca, ajo, orégano y un chorrito de aceite de oliva. Luego, vuelve a introducir la pizza en el horno y hornea de 5 a 10 minutos más, hasta que el queso esté derretido y burbujeante, y la masa esté dorada y crujiente.
¡Disfruta tu pizza sin gluten!: Una vez fuera del horno, deja reposar un par de minutos, corta en porciones y disfruta. FÃjate en los bordes, que quedarán suaves y jugosos, pero si prefieres una pizza más crujiente, puedes extenderla más fina y dejarla en el horno unos minutos adicionales.
Notas finales:
Esta receta es ideal para quienes buscan una opción sin gluten sin sacrificar sabor ni textura. La masa es flexible, jugosa y tiene ese toque perfecto de crujiente que todos amamos. ¿Prefieres la pizza con una masa más finita o más gordita? ¡Déjame saber en los comentarios! Y no olvides suscribirte al canal y seguirnos en nuestras redes sociales para más recetas deliciosas.
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